¡Puedes pasar por la vida y perderte muchísimas de las cosas que el
Señor quiere enseñarte y está intentando enseñarte! ¡Algunas cosas son tan
evidentes que en realidad no hay que preguntárselas al Señor! ¡Pero muchas
otras no son tan claras y se te pueden escapar si no se lo preguntas o si no
abres los ojos o si no las tomas como provenientes del Señor!
Es una pena, porque a cada rato suceden
cantidades de cositas que el Señor quiere aprovechar para enseñarte algo o a
través de las cuales quiere hablarte. Pero si no las ves como avisos del Señor,
se te pasan y no las captas, no aprendes de ellas y se desperdician. Lo que hubiera
podido ser una lección, y lo que el Señor quiere que te sirva de lección, puede
quedar en nada si no sacas tiempo para preguntarle: "Señor, ¿qué quieres
enseñarme?"
En cambio, si te tomas tiempo para pensarlo y
orar y preguntarle al Señor, El te indicará. En cualquier momento puedes
obtener la explicación. ¡Basta con que abras los ojos y le pidas! Pero por la
misma razón, ¡si no pides, muchas veces no recibes! "¡Pedid y se os
dará!" (Mat.7:7) Por eso, ¡busca al Señor! ¿Amén?
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