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viernes, 10 de junio de 2011

7 de agosto: ¡El Señor nos ofrece un indulto!

Dios es el Juez, Jesús el Abogado Defensor, ¡y nosotros los criminales, por ser todos pecadores! (Rom.3:23) ¡El Diablo es el Fiscal y exige que la Ley sea ejecutada... y que tú lo seas también! (Job 1:6-12; Ap.12:10b)
¡Pero Jesús salió en defensa nuestra y pagó el precio de nuestro perdón, para que el Juez, Dios, pudiera absolvernos! Y cuando el Diablo le recuerda a Dios todos tus pecados e iniquidades, lo único que tienes que hacer es acudir a tu Abogado Defensor, ¡Jesús! (1Jn.2:1)
Y Jesús a Su vez apela al Padre y le dice: «¡Dios, perdona a este hombre! Es uno más de los Míos, Padre, que me ha recibido y ha creído en Mí, en que soy su Abogado, su Abogado Defensor, y que lo defenderé. ¡Ha aceptado Mi defensa, ha reconocido el sacrificio que hice por él y cree que Yo sufrí su castigo! De modo que, Señor, puedes otorgarle uno de Tus indultos». ¡Y Dios da la absolución, Jesús te la da a ti, y el Diablo se larga con el rabo entre las patas, derrotado una vez más!
¡Tienes el indulto de Dios, sin importar qué hayas hecho, porque Jesús ya recibió tu castigo en la cruz! «La sangre de Jesucristo nos limpia de todo pecado» (1Jn.1:7). Ese es el único alegato que necesitas.

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