Según la
ley, se nos juzga por nuestros pecados y somos condenados a sufrir y morir.
¡Pero Jesús vino a salvarnos por amor, mediante Su gracia, por Su misericordia,
para hacer ver que el amor y la misericordia son mayores que la ley! ¡Y el
mismo Jesús dijo que Su Ley del Amor es ahora toda la ley, y todos los
profetas!
Sin embargo, cuando algunos no aceptan las
revelaciones y la libertad que da la gracia, siempre regresan al legalismo y a
la ley para respaldar su opinión, argumentando que aquello no se sujeta a la
ley, o a Moisés, ¡o a Pablo! ¡Al hacerlo, rechazan también la libertad de la
gracia y la liberación que nos ha dado el Señor! ¡Todo se reduce al hecho de si
vas a creer más en Moisés que en Jesús!
Tienes que actuar totalmente por gracia, o
tienes que hacerlo por la ley, ¡pues si vuelves a la ley en un solo
punto, estás obligado a guardar toda la ley! (Rom.11:6; Stgo 2:10)
"¡Estad, pues, firmes en la libertad con
que Cristo nos hizo libres!" (Gal.5:1) ¡Que viva el amor! ¿Amén?
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