Quédate con tus mundanos
tesoros, con tus platas y tus oros. ¡Pero el Espíritu, es el Espíritu
lo que jamás se ha podido vender! - "Sólo Jesús, sólo mi Señor me
llena!" - ¡El es la Respuesta! Pero mientras sigas buscando en el mundo
cosas que te hagan feliz y te satisfagan, ¡no hallarás la Verdad! (Véase
1Jn.2:15-17)
Por tanto, "no sean altivos,
ni pongan la esperanza en las riquezas, las cuales son inciertas." - No
seas como aquel hombre rico de la Biblia que quería construir graneros más
grandes para incrementar sus bienes en beneficio propio, no para compartirlos
con los demás. (Lc.12:15-21) Su propia alma se había vuelto avariciosa,
materialista. - Se dejó seducir por "el engaño de las riquezas".
(Mt.13:22) - Si Dios te bendice con dinero, no pongas tu confianza en
él, no dejes que se te suba a la cabeza, no seas altivo. "¡Sino pongan la
esperanza en el Dios vivo, que nos da todas las cosas en abundancia para
que las disfrutemos!" ¡Aleluya! (1Ti.6:17)
Ojalá sintamos Tu Espíritu, Tu
amor y Tu sencillez, Señor, y Tu humildad, las realidades, Señor; no el
"engaño de las riquezas", sino las realidades del amor y de la
verdad. - "Pues las cosas que se ven son temporales, pero las que no se
ven son eternas." (2Co.4:18) - "¡Dame a Jesús, dame a Jesús! Tú
puedes quedarte con todo este mundo, ¡a mi, dame a Jesús!
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