Mucha gente lo que quiere es aprovecharse de Dios: "Yo
primero" es la actitud que tienden a adoptar: "Dios, Tú primero haz
tal y tal cosa por mí, y entonces sí creeré en Ti, entonces sí Te
obedeceré". Es precisamente lo mismo que le dijeron a Jesús los escribas y
fariseos: "¡Haz un milagro y entonces te creeremos!" ¡Pero eso no es
fe!
Apoyar la fe en el resultado en lugar de
afirmarla en la Palabra es como decir: "¿Por qué El no me lo demuestra?
¡Cuando lo vea lo creeré! Si El me respondiera, entonces sí creería y le
seguiría. ¡Pero El no me quiere ni le importa, pues no responde a mis
oraciones!" ¡Simplemente no puedes subordinar tu fe y tu obediencia a las
condiciones que tú mismo impongas o a la forma en que tú creas que Dios deba
responder, y siempre y cuando todo marche bien!
Si solo vas a a creer y obedecer al Señor
cuando todo marche bien, poco será lo que creerás u obedecerás, porque muchas
cosas van mal cuando se está sirviendo al Señor! "¡Muchas son las
aflicciones del justo!" (Sal.34:19)
Si cada vez que algo sale mal te acobardas y
dejas de confiar en Dios, ¡serás un perpetuo cobarde! Pero si resuelves amar a
Dios y seguir confiando y alabándole más que nunca, ¡El no te fallará! ¡ASS!
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