En el famoso y hermoso capítulo 15 de Juan
vemos que Jesús dice: "Yo soy la vid, vosotros los pámpanos; el que
permanece en Mí, y Yo en él, éste lleva mucho fruto, ¡porque separados de Mí
nada podéis hacer! ¡El que en Mí no permanece, será echado fuera como pámpano,
y se secará; y los recogen, y los echan en el fuego, y arden!" (Juan
15:5,6) ¡Si tú como pámpano no permaneces en la Vid, si no permaneces en Cristo,
si no permaneces en Su Amor, en Su Palabra, en Su Servicio, dejarás de dar
fruto y te secarás, y serás echado fuera! No te perderás, no dejarás de ser
salvo, pero serás echado a un lado por perder tu utilidad.
Sin la savia del Espíritu no es posible la
vida. Tienes que estar implantado firmemente en la Vid para recibir los jugos,
el vigor y el nutrimiento necesario directamente del Señor. ¡En gran parte tu
crecimiento es responsabilidad tuya, dependiendo de cuánto alimento recibas!
¡No te separes de la Vid!
El dijo: "Separados de Mí nada podéis
hacer". ¡Pero si permaneces en la Vid, como uno de los pámpanos, puedes
dar las hermosas hojas y frutos que debes dar para que El sea glorificado y
tengas mucho fruto!
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