¡Todo el mundo necesita ánimo! La mayoría de las personas sufren hasta
cierto punto de un complejo de inferioridad y tienden a sentirse un poco
decepcionadas consigo mismas; ¡de ahí que el elogio es algo importantísimo! A
todos nos viene bien recibir aliento de los demás, ¡y sin embargo las más de
las veces la mayor parte de nosotros fallamos al no expresar aprecio y no dar
consuelo a los que nos rodean! Tal como daremos cuenta de toda palabra ociosa,
¡así también daremos cuenta de todo silencio ocioso!
El Señor sabe que es muy importante dar
aliento. El nos aprecia y nos elogia, y promete recompensarnos por nuestra
buena labor. No tiene nada que ver con nuestra salvación La salvación la
recibimos como regalo por Su misericordia, gracia y amor; ¡en cambio lo que El
alaba muy particularmente es nuestro servicio y las buenas obras que realizamos
para El! ¡El aprecia muchísimo nuestros servicios y nuestro sacrificio, y las
cosas que hacemos por El más de lo que marca el deber!
"Todo lo que es de buen nombre, si hay
virtud alguna, si algo digno de alabanza, ¡en esto pensad! (Fil.4:8) ¡Eso lo
debemos aplicar a las personas que nos rodean, procurando acordarnos en todo
momento de pensar en sus buenas cualidades y elogiarlas por ellas, las cosas
buenas, de las misma manera que el Señor lo hace con nosotros! ¿Amén?
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