Mucha gente no quiere leer la
Biblia pero sí leerán a un cristiano. Y aunque tal vez duden parte de lo que
digas, ¡siempre creerán lo que hagas!
¡El único Amor de Dios que ve la gente es el
que observan en ti; y si tú no les muestras un amor que puedan ver y sentir,
les va a costar mucho creer que existe un Ser allá arriba a quien no conocen
que de verdad los ama! Tienen que aprender a amarte a ti primero antes de poder
aprender a amar a Dios.
Para conquistar a la gente, debes inspirarles
fe en ti antes que puedan creer en Dios, pues no entenderán ni
podrán creer lo que les digas de Dios a menos que se lo demuestres de un modo visible
y tangible que ponga en práctica tus palabras y lleve a efecto tu fe, algo que
lo convierta en realidad y no en cuentos, no un simple sermón, sino un ejemplo.
¡Demuéstrales Su verdadero Amor, manifestándolo mediante actos que den prueba
legítima!
¡Sólo a través de ti llegarán a encontrar los
demás la alegría y la paz que ofrece Dios, Amor, felicidad y Cielo! Por eso, en
todo lo que hagas, ¡ten presente que el Señor quiere que tú le enseñes a
este mundo lo maravilloso que es ser cristiano!
No hay comentarios:
Publicar un comentario